De visita en Finca Santa Anita en Carazo, Octubre 2024
Gracias a este proyecto mi vida está finalmente alineada, eso resume el principal cambio.
Lo primero que deben saber es que estoy aquí desde el privilegio, la necesidad y la vocación honrando los talentos con los que nací y las habilidades que he desarrollado de manera formal y sobre todo autodidacta en diversos temas. Casa Mombo es el resultado de una alineación maravillosa que por años he aspirado: el poder unir mi proyecto de vida, crianza, crear una comunidad y aportar desde ella en varias direcciones.
Privilegio porque estoy desde casa, con poca vida social y familiar aparte de mi núcleo, y desarrollar todo esto es una especie de entretenimiento productivo. La necesidad porque el qué comemos está directamente relacionado con nuestros niveles de bienestar y salud. He visto los efectos positivos de una alimentación más limpia, nutritiva y variada. El servicio es parte de mi vocación y considero que todos tenemos "tiempo libre" que regalamos de muchas maneras, yo elijo desarrollar este proyecto en donde veo un crecimiento en conocimientos, beneficios y sobre todo en conexiones humanas valiosas con valores y aspiraciones compartidas.
El ser creativa, curiosa y a mi manera me ha permitido adquirir conocimientos, desarrollar habilidades y herramientas que me facilitan hacer todo esto de manera cada vez más eficiente y ordenada. Es demasiado ideal esta convergencia y con cada paso que he dado, me convenzo más y más de estar en un camino elegido. Y ese es otro privilegio enorme. Es un lujo.
Y me siento honrada de la confianza de todos uds en poder hacer esto realidad.
Como varias personas ya saben, comprar colectivamente ha sido una intención que por varios años mencioné y en ocasiones concreté pero fue hasta marzo 2023 que finalmente me lancé a desarrollarla de manera continua, escalable y programada. Con la pandemia hubo cambios importantes en mi vida a nivel profesional y personal, regresé a la casa y estando acá sentí el impulso de hacer algo más con todas las ideas que por años he ido acumulando.
Mi mayor motivo de comprar colectivamente proviene de la insatisfacción con las opciones de compra tradicionales: falta de trazabilidad, precios altos para el consumidor final, y bajos para el productor, calidad variable y una mayoría predominante de alimentos importados altamente procesados.
A eso se suma la empatía y sensibilidad que he ido desarrollando al conocer personalmente a productores amigos y escuchar sus historias: la alta rotación de personal, pérdidas constantes por pillaje, clima, enfermedades, relevo generacional mínimo, intermediación voraz y la dificultad de acceder a mercados justos, recíprocos que valoran la producción de alimentos.
¿Cómo eran antes de la compra colectiva mis hábitos de compra y consumo?
Teníamos una compra semanal en el farmers market, relleno del supermercado. Mensualmente pricesmart. Conforme la compra colectiva fue creciendo en variedad de productos, también fuimos disminuyendo la compra fuera de ella. Otro aspecto interesante fue la oportunidad de probar cosas nuevas como la leche de coco o la cajeta (coco caribeño) muy diferente en sabor, textura e ingredientes a la que normalmente conocemos por estos lados, o ver la gran diferencia entre un alimento recién procesado como el arroz blanco o el integral, versus el del supermercado. Poder acceder a productos directo de quien los procesa como todos los de ajonjolí (de mis favoritos!) y repartirnos el transporte.
El ahorro en ciertos productos también nos ha permitido aumentar nuestro consumo tal es el caso de las lentejas y garbanzos. La verdad es que para mi comprar colectivamente es práctico y conveniente aún con los imprevistos y productos que a veces no vienen y el reembolso que toca aplicar. No podría comprar a tantos origenes diferentes con la misma frecuencia que puedo hacerlo a través del catálogo ya sea por el tiempo que me tomaría y lo costoso en combustible o el pago individual de cada transporte.
¿Y mi vida privada, el manejo de la casa y el uso de mi tiempo?
Creo que he logrado cierto balance con el tema de la privacidad y el grupo ha sido muy respetuoso y amable a la hora de coordinar retiros de compras exprés o productos olvidados o que no vinieron a tiempo... de esos contactos breves han surgido pláticas amenas y luego bonitas amistades... esas conexiones trascienden la compra colectiva y nutren de energía y entusiasmo la continuidad de este proyecto. La casa de repente la tengo abandonada, no logro despegarme de la computadora cuando estoy logrando implementar una mejora y eso me genera culpa. Con el tiempo he ido aprendiendo a hacer pausas pero aún me cuesta. No llegamos al caos total porque tanto mi esposo como mis hijos participan de muchos de los quehaceres y así hemos podido mantenernos, y a veces he optado por pagar ayuda para aligerar la carga doméstica pero no es el escenario ideal porque si todos hacemos algo, la casa es totalmente manejable. Y esa es una meta familiar para ser autosuficientes y que nuestros hijos lleguen a cierta edad con todas esas habilidades y hábitos ya desarrollados.
En el uso de mi tiempo siento que me falta aligerar procesos para cuidar mejor mi salud, o plantearme intencionalmente mayor contacto social porque de repente estoy en un ciclo de casa, compra colectiva, núcleo familiar pero carezco de salidas con amigas o momentos solo para mi sin estar en la computadora. A veces paso varios días sin salir de la casa, sin manejar, sin hacer mandados o sin conocer lugares (me encanta visitar tiendas aunque no compre nada) y me pongo de mal humor. Esa parte de socializar siempre me ha costado porque suelo priorizar trabajo, aprendizaje, tiempo en familia o en pareja.
¿Qué otras cosas he notado que han cambiado?
Gracias a la compra colectiva he elevado mis habilidades en excel, canva, wix, suite de Affinity y mi memoria también :) ahora me es más fácil recordar los productos, las fincas y los nombres de los miembros. Usualmente recurro a los archivos o anotaciones y cuando fallo en anotar pues le pregunto al grupo... eso también ha sido algo hermoso, la honestidad cuando han habido confusiones, olvidos o algún pago pendiente. Siempre me gustó la tecnología pero el desafío de organizar la compra colectiva e ir ideando las mejoras ha sido algo inigualable a proyectos o trabajos anteriores que haya realizado. Este es el que más satisfacción intelectual y emocional me ha brindado.
Y que es lo más valioso de toda esta experiencia?
El aprendizaje y los vínculos. Las pláticas, la confianza, el cariño... La compra colectiva ha sido un maravilloso pretexto para conocer personas, historias y proyectos de vida, aprender de otros y tomar de punto de partida esta coincidencia, este interés y elevarlo hacia un "conocernos mejor" y construir juntos lo que nos hace falta.
Gracias por la confianza en esta idea porque gracias a ella la compra colectiva ha ido tomando vida y creciendo poco a poco, paso a pasito. 💚💚💚